Aprende a conocerte y aceptarte

La espiritualidad es aceptarse a uno mismo/a, conocerse y trabajar su esencia de manera no material. Ser tú mismo/a sin pretender ser otra persona ni intentar encajar en ningún sitio. Es esa conexión contigo mismo/a la que te hace sentir único/a para aportar a tu vida y al mundo algo diferente gracias a tu talento humano desde la humildad, honestidad y coherencia.

¿Cómo puede ayudar a tu cuerpo este camino espiritual?

Con espiritualidad se vive sin juicios, sin apegos y con un solo propósito: ser feliz realizando tus sueños y anhelos como algo real, posible y remunerable para ti mismo/a. Vives sin presión, creando para ti, gracias a tu talento humano, todo aquello que deseas y logrando bienestar a nivel mental, emocional y físico de forma equilibrada.

¿Por qué enferma el cuerpo?

Estamos en una sociedad que nos empuja a competir y nos lleva a intentar encajar, llenándonos de una información que nos mantiene en alerta de lo que va a pasar y recordando todo lo negativo, malo y destructivo que ya sucedió. Esta situación provoca que nuestro cuerpo viva en medio de una energía negativa generalizada que no se ve, pero que existe. Puedes sentirla con la incertidumbre, el estrés y la ansiedad constantes, por pensamientos negativos recurrentes repletos de miedo y limitaciones.
La persona enferma cuando no vive el aquí y el ahora.
El momento presente es cuando tu cuerpo guarda sensaciones y pensamientos negativos durante mucho tiempo tales como la impresión de que no se llega al objetivo y que nada es suficiente para ser feliz o hacer feliz a tu entorno más cercano.

¿Cómo sanar el cuerpo de la energía negativa?

El cuerpo se libera de la energía negativa si se vive el día a día, en el momento presente, en el aquí y el ahora. Fortalece tu espíritu, mente, cuerpo y emociones mediante terapias de Sanación, curación espiritual. Te invito a que descubras los beneficios de mi método Tinku Munay-Ki y el hecho de que tú puedes gestionar tu vida con un punto de vista diferente de forma positiva, cultivando tu espiritualidad.
Sana, libera y cuídate porque te vas a necesitar siempre.